Tuesday, April 26, 2011

Él Cambió Mi Vida : Historia de la Conversion de Gregorio Gomez

Nací en un pequeño pueblo del estado de Guerrero, México. Desde muy pequeño fui conociendo las adversidades de la vida. Mi padre falleció cuando yo tenia tres años de edad y no recuerdo nada de el. Nuestras tías se hicieron cargo y responsables de nuestra educación porque nuestra madre no tenia los recursos necesarios para hacerlo y apesar de tener un techo, alimentacion y educación, para mi todo eso no era suficiente. Yo anhelaba lo que veía en otros hogares, un padre y una madre que cuidaran de nosotros y nos amaran como solamente los verdaderos padres lo saben hacer. Nuestras tías nos podían dar todo menos eso.
   Así fui creciendo con muchas Interrogantes de la vida, a mi corta edad no entendía nada de lo que nos acontecía; (a mi hermano mayor y yo) yo solo sabia que sufría. Todas estas cosas y la educación estricta y muy dura disciplina de nuestras tías, hicieron de mi una persona muy dura de corazón. Había mucho odio y rencor en mi ser por todas las cosas que me acontecían. [Y sucedió que llegue buscando] refugio en el Alcohol y todo tipo de vicios. Así pasaba los días, los meses, y los años. Por esta conducta que yo asumía y esta forma de ser, perdí mis trabajos por mi irresponsabilidad y también no llegue a concretar un matrimonio por la misma razón.
   Regrese a pensar que así acabarian mis días sumergido en los vicios del mundo. Finalizando el año 2001, viaje de México hacia los Estados Unidos, invitado por mi hermana menor, y el año 2002 fue exactamente lo mismo (aquí en una nueva residencia) de total desenfreno.
 Resignado a mi suerte (como suele decirse) pasaba mis días y un día de tantos que no fui ha trabajar por haber amanecido bajos los efectos del alcohol. Me desperté en el sofá de la sala del departamento donde yo habitaba. Estaba solo y al abrir mis ojos vi la luz del sol en la ventana, como pude me puse de pie,  fui hacia la ventana subí las cortinas y el pasaje que vi era de un cielo azul con unas nubes blancas y a pesar de la pena, la vergüenza  y de lo mal que me sentía físicamente, y siempre mirando al cielo me hice estas preguntas:  Sera esta la vida? Sera que siempre tengo que vivir así? Después de estas preguntas empezó un nuevo amanecer para mi detrás de esas nubes blancas y mas allá de ese cielo azul, alguien escucho mis lamentos y acudió para ofrecerme ayuda. A los pocos días dos jóvenes tocaron la puerta los cuales se identificaron como misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y a pesar que esos jóvenes no hablaban bien el Español y yo tampoco sabia mucho Ingles, como pudimos nos entendimos. En este encuentro todo lo hizo el Espíritu que estos jóvenes llevaban consigo, nunca voy a olvidar ese momento tan maravilloso en que el Señor se digno mandar sus ángeles para que me liberaron de las cadenas de esclavitud en que el mundo me tenía atrapado. Mis datos: nombre, dirección, y número telefónico que les di, los pasaron a misioneros que hablaban bien el Idioma y así, con ellos, llegue a obtener conocimiento del mensaje de Dios, de la restauración, y del Libro de Mormón.
Cabe hacer mención que yo nunca había escuchado el nombre de la Iglesia. De lo que si había escuchado algunas veces era la palabra, "Mormones".
   Nos vimos obligados a buscar un lugar donde recibir las charlas, porque el lugar donde yo habitaba, los compañeros con los que compartia, con sus ruidos y malas acciones obstaculizaban mi aprendizaje y conversión. Mas tarde me di cuenta que Satanás no deja ir facilmente de sus presas y mas cuando sabe que este luchara en su contra y perturbara su reino. Me bautice el 30 de Marzo del año 2003 y en un periodo de aproximadamente 45 días ocurrió todo (desde que conocí a los misioneros hasta mi bautismo).
   Mi testimonio al mundo: He conocido al Señor. He sentido en mi vida sus bendiciones, ahora soy una nueva persona en Cristo. Hoy: se amar, hoy se perdonar y en mi corazón a nacido la caridad, hoy me he fijado un meta, que es el reino de Dios, por lo cual me preparo día a día trabajando en la obra del Señor, orando y estudiando las escrituras para cuando se llegue el anhelado día de estar ante la presencia del gran Jehová y se hallado libre de culpa, y disfrutar por las eternidades de su presencia.
Creo que la Iglesia  de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el el reino de Dios que a sido restaurado en la tierra. Que el profeta José Smith,  fue preparado para hiniciar esta ultima dispensación del cumplimento de los tiempos. En el nombre de Jesucristo, Amen

Thursday, April 14, 2011

Comportandome como Marta

Hace unos meses estaba reflecionando en mi vida y lo que me estaba faltando. Sentia que estaba trabajando duro y que estaba haciendo todo de mi parte para ser una buena dicipula de Jesucritsto pero que algo me faltaba... que me estaba perdiendo del gozo que nos trae el evangelio. Me  encontre sentada pensando muy profundamente. Tratando de averiguar lo que estaba haciendo mal cuando mis ojos se enfocaron en esta pintura que estaba colocada directamente enfrente de mi. ... directamente enfrente de mi... como una respuesta de los cielos...
 Depicta a Jesucristo enseñando a Maria mientras Marta se preocupaba por los quehaceres.  Las escrituras nos cuentan que Maria se sento a los pies del Salvador y le escuchaba atentamente  

 "Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres; y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
 41Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
 42Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada." (Lucas 10 40-42 http://lds.org/scriptures/nt/luke/10?lang=spa)
   En segundos me vino a la mente lo que me faltaba... o mas bien lo que estaba haciendo... ponia mis quehaceres antes que mi Salvador. dejaba que las cosas que realmente no inportaban quitaran tiempo y atencion de lo que en verdad me hace feliz. 
    Las demandas del mundo nos hacen pensar que son mas inportantes que el estudio de las escrituras, la oracion y asistir a la iglesia. Aveces porque siempre estan alli les demos el ultimo lugar en nuestra vida. Pero en verdad las palabras de Cristo son las que guian nuestra vida a la paz. Cristo no dice,  "aprende de mi y camina en la mansedumbre de mi espiritu, y en mi tendras paz." (Doctrina y Convenios 19:23) Al poner poner mis aciones acuerdo con lo que El nos ha enseñado, me encuentro rodeada de ayuda celestial. Me siento mas cerca de mi Padre Celestial y con mas deseos de seguirle. 
   Las demandas del mundo siempre estaran alli, jalandonos de un lado para otro, Pero se que no hay nada mas esquisito que la paz que Dios nos brinda y si es que queremos tenerla en nuestras vidas debemos de dejar los quehaceres por un momento y venir a escucharle.